viernes, 28 de abril de 2017

PRÁCTICA DE ATENCIÓN PLENA EN LA RESPIRACIÓN


Ésta es una práctica de iniciación, y la he realizado con alumnos y alumnas de quinto y sexto de primaria.

Les he explicado que íbamos a aprender una forma de mejorar nuestra concentración. Yo les iba a ir dando unas indicaciones y voluntariamente podían seguirlas. Quien no quisiera participar podía mantenerse al margen, pero sin hablar ni molestar a los demás.

INTENCIÓN DE LA PRÁCTICA

Se trata de una práctica de concentración, en la que he pedido a los alumnos que presten atención, se den cuenta y cuenten la respiración. Es una introducción a la práctica de la conciencia respiratoria, ofreciendo una primera invitación a conectar con la sensación de sentir la respiración en el propio cuerpo. Esta práctica también ofrece una forma diferente de relacionarse con la experiencia de respirar, notando cómo es, sin tratar de cambiarla o mejorarla.

Es importante tener en cuenta que explorar la propia respiración no siempre es fácil, especialmente para aquellos que sufren de asma o resfriado, donde experimentar la respiración puede ser un poco incómodo o quizá incluso puede que existan memorias sobre la respiración que generan miedo.

ESTRUCTURA DE LA PRÁCTICA

Fui indicando a los chicos y chicas que íbamos a seguir los siguientes pasos:

1º Crear la propia “burbuja”, con las siguientes reglas para ello:

· Crear el propio espacio para la práctica
· No mirar alrededor, no a otras personas
· Ojos cerrados o mirando hacia la mesa

2º Buscar una posición fuerte y estable, pies apoyados en el suelo, espalda y cabeza en línea ascendente

3º Llevar una mano en el pecho y otra en el vientre.

4º Explorar su respiración (cuando el aire entra y cuándo sale, rápido – lento, ¿dónde se siente más?)

5º Comenzar a notar particularmente la inhalación (cuando el aire entra)

6º Contar cuántas respiraciones realizan en 1 minuto. Comenzarán la cuenta cuando escuchen la campana y dejarán de contar cuando la vuelva a escuchar.

7º Al terminar, todavía con los ojos cerrados, reconectar con la sensación de estar en el aula, con las sensaciones de estar rodeados de otros chicos y chicas. Después podrán compartir con su compañero/a cómo fue la práctica. No se trata de si hicimos muchas respiraciones o pocas, no es una competición, sino de compartir si fue fácil, si nos perdimos en la cuenta, qué sensaciones tenías mientras contabas y cómo te sientes ahora.

COMENZAMOS

"Sentados con la espalda recta ve generando la burbuja para la práctica (espalda recta, pies apoyados en el suelo, ojos cerrados o mirando hacia la mesa). 

Coloca tus manos apoyadas en el vientre o en el pecho, donde sientas mejor tu respiración.

Ahora, cuando suene la campana, vas a comenzar a contar cuantas respiraciones haces en un minuto. No se trata de hacer muchas, sino de respirar de forma natural, sin forzar ni cambiar la respiración. 

Si te pierdes de la cuenta no te preocupes, está bien darse cuenta de que nos hemos perdido, es decir, que por unos instantes dejamos de concentrarnos. Cuando te des cuenta de que te perdiste, con amabilidad y cariño hacia ti mismo vuelve de nuevo a comenzar. 

Comienza a contar cuando suene la campana y deja de hacerlo cuando vuelva a sonar.

Gong… Gong…

Ahora puedes ir sintiendo de nuevo tu cuerpo que está sentado en la silla, que está en el aula con todos tus compañeros… Si quieres puedes estirarte un poquito, como lo haces por las mañanas antes de levantarte."











domingo, 23 de abril de 2017

ATENCIÓN PLENA EN LOS SONIDOS



1.      ATENCIÓN PLENA EN LOS SONIDOS
Invitamos a los alumnos a preparar su “orejas de elefante”, con las que pueden escuchar muy atentamente todo el tiempo (los elefantes pueden captar sonidos muy alejados, incluso el sonido de un terremoto mucho antes de que llegue) y a colocarse sentados y en quietud para poder escuchar bien.

Les invitamos a que presten atención al sonido desde el primer momento en el que comienza a sonar y hasta el final. Cuando el sonido se haya ido por completo pueden levantar la mano.

Gong (se puede usar un cuenco tibetano o unos crótalos)

Ahora les invitamos a que lo hagan una vez más pero con los ojos cerrados, quizá así puedan escucharlo mejor.

Suena el gong

Ahora les invitamos a que escuchen atentamente cualquier sonido del ambiente. Hay muchos sonidos todo el tiempo, si escuchamos con cuidado podemos darnos cuenta de sonidos que normalmente no escuchamos, poniendo en marcha un poco más nuestras “orejas de elefante”. Pueden escuchar sonidos de fuera, de la clase o de su cuerpo.

Otra opción será poner un cd de sonidos y escucharlos con atención.

Suena el gong

Al finalizar podemos preguntar por algunos sonidos, resaltando los más sutiles que hayan escuchado.