viernes, 26 de mayo de 2017


1    VUELVO A MI CENTRO PRÁCTICA CON INFANTIL


Partiendo con las manos sobre la mesa o sobre los muslos, comienzan a crear su propia burbuja para la práctica (espalda recta, pies apoyados en el suelo, ojos cerrados si es posible). Se trata de hacer los movimientos muy lentamente y con plena conciencia, con total presencia en el movimiento. Para ello, primero inhalando elevan una mano  y exhalando la acercan hacia el centro del pecho muy lentamente (hacia la posición de Namasté). Después hacen lo mismo con la  otra mano  (inhalando elevan la mano y exhalando la acercan hacia el centro del pecho muy lentamente, uniendo así las dos manos en Namasté). Después,   acercan hacia el pecho ambas palmas juntas y bajando un poco la cabeza, saludan con cariño a su corazón. Después revierten el proceso: alejan las manos del pecho, todavía juntas; bajan la mano izquierda con una respiración y con la siguiente respiración bajan la mano derecha. Este ejercicio se puede repetir varias veces.


INTENCIÓN DE LA PRÁCTICA


La intención de esta práctica es la posibilidad de sensibilizarse a las sensaciones de los brazos y de las manos, así como al flujo de la propia respiración. Es además una práctica donde pueden sintonizar con ellos mismos, permitiendo el desarrollo de una actitud compasiva y amable hacia uno/a mismo/a.

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