1 LAS 11 PIEDRITAS
Hoy vamos a ver si podemos sentir el flujo y el ritmo de la
respiración, hoy usaremos una bolsita con piedritas de río. Tengo una bolsa con
11 piedritas que he recogido del río, fijaos en las formas de las piedras…
¿sabéis por qué tienen estas formas? (podemos indagar en el hecho de cómo
llegaron las piedras a tener esas formas, podemos hablar de la perseverancia
del río, de la paciencia o del origen de esas piedras; todo esto les ayuda a
valorar lo pequeño, a desarrollar la comprensión profunda de las cosas que les
rodean).
La respiración es la “jefa”, es decir, el movimiento de las
manos al tomar la piedra y dejarla sobre la mesa, sigue la inhalación y la
exhalación. Deja que tu mano siga a la respiración natural y la respiración te
dirá cómo de rápido mover tu mano.
Comenzamos dejando que las manos descansen sobre la mesa y
sintonizando con la propia respiración. Sintiendo el movimiento de entrada y
salida de la respiración, es decir, cómo el aire entra y sale del cuerpo. Trata
de sentir esto donde puedas notarlo con mayor claridad, quizá en las fosas
nasales, en el pecho o en el abdomen. Explora sobre todo el momento en el que
la respiración comienza a entrar dentro y a salir hacia afuera.
Ahora abre la bolsita y coloca las piedritas sobre la palma
de una mano. Prepárate para trazar el flujo de la respiración moviendo tu mano
hacia arriba cuando toma la piedrita y hacia abajo cuando se acerca a la mesa
para dejarla.
Cuando diga “comenzamos” puedes empezar a colocar las
piedritas una a una.
¿Preparados? Comenzamos…
¿Qué tal fue la experiencia? ¿qué
habéis notado?
Puedes hacer hincapié en cómo la
respiración cambia en diferentes momentos del día y también con los diferentes
estados de ánimo que habitamos.
Tras finalizar podemos invitarles
a que hagan algún dibujo sobre la mesa con sus piedras, si les apetece, o que
las vayan guardando cuidadosamente y tratando de no hacer ruido al dejarlas.
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